¿QUÉ SON LOS ACEITES ESENCIALES?
Los aceites esenciales son líquidos orgánicos, concentrados, altamente volátiles que se encuentran en las diversas partes de las plantas y son secretados por estas estructuras minúsculas situadas en lugares como las semillas, las hierbas, las raíces, las cortezas, los tallos, las hojas, los frutos, las flores, las resinas, y la madera de las plantas. A pesar de conocerse con la palabra «aceite», se sienten menos viscosos que el aceite, teniendo más como una textura acuosa. Si tomaras en tus manos un aceite esencial y un aceite vegetal, notarías que el aceite esencial es más acuoso y el aceite vegetal mucho más pesado y graso.
Inhalar el olor de una flor equivale a experimentar el aroma de su aceite esencial la mayoría de las veces. Hay pocos casos, como con el nardo, que el aceite se obtiene del bulbo y no huele para nada tan lindo como la flor. A estos aceites se les dio el nombre de «esencial», porque se cree que capturan la esencia de una planta, que es su olor y sabor. La naturaleza de un aceite depende de la planta misma y de la familia botánica y de la especie a la que pertenece. Un aceite esencial obtiene su nombre de la planta de la que se deriva. Por ejemplo, el aceite esencial de la flor de lavanda se llamaría aceite de lavanda. Aunque luego se complica un poco más cuando pasamos a los tipos de lavandas ó lo que se conoce como sus quimiotipos. Así lo correcto sería pedir el aceite de lavanda como lavandula officinalis, o lavandula angustifolia, ya que aunque los beneficios de ambas lavandas pueden ser muy similares, también puede haber diferencias importantes para determinar cuál necesitas.
Los aceites contenidos dentro de las plantas son aromáticos, otorgando a las plantas su fragancia distintiva al tiempo que promueven su autoprotección y polinización. Es probable que los aceites de la madera, las hojas y las raíces de una planta ayuden a la planta a protegerse contra los ataques de parásitos y animales y les permitan adaptarse a sus ambientes, que a veces son ásperos. Un aceite esencial puro entonces es el mecanismo de la defensa de la planta y es mucho más fuerte que un extracto botánico debido a la concentración de los compuestos curativos recogidos en el aceite.
Ya mencionamos que un aceite esencial es un compuesto aromático volátil en su naturaleza, es decir, es una molécula que cambia rápidamente de estados sólidos o líquidos a gaseoso temperatura ambiente; o sea, se evapora muy rápido. Esto es lo que rápidamente transporta el aroma de un aceite esencial a través del aire, haciendo que active sensores olfativos en la nariz. Los compuestos aromáticos volátiles también gobiernan los beneficios fisiológicos ofrecidos por un aceite – esto es precisamente lo que hace los aceites esenciales ideales para el uso en la aromaterapia, una práctica holística que promueve una sensación de bienestar y armonía del cuerpo y la mente a través del poder del aroma.
